AÑO | MUNDO | VERACRUZ | MÉXICO |
1810 | El 14 de febrero se convocó a Córtes a una asamblea legislativa para darle al reino una nueva Constitución, incluyendo por primera vez la asistencia de los representantes americanos. La orden para que los ayuntamientos de las capitales nombrasen a sus diputados se publicó en México el 18 el mayo, cuando ya se había separado al arzobispado Lizana y confiado la administración del virreinato a la Audiencia (a partir del día 8 anterior), con lo cual cambió de signo la relación de los criollos con el gobierno. | Al estallar el movimiento insurgente de 1810, en la comarca aparecieron pequeños partidos revolucionarios. Uno de los primeros lo encabezaron jóvenes Evaristo Molina y Cayetano Pérez, prontamente sorprendidos y fusilados. En Veracruz se apoyó el movimiento de independencia. En marzo de 1812, se descubrió el plan encabezado por los ya mencionados en el puerto Veracruz. También participaron activamente Antonio Merino, en Xalapa; los curas José María Sánchez de la Vega, de Tuxtepec; Juan Moctezuma Cortés, de Zongolica; y Manuel de las Fuentes Alarcón de Maltrata. | La primera etapa iría desde el Grito de Dolores hasta la batalla del puente de Calderón en 1811, donde la muchedumbre diridiga por Hidalgo, con su famoso estandarte guadalupano, peleaba con más pasión que con estrategia. |
lunes, 20 de junio de 2011
Cuadro comparativo de fecha histórica
Situación problema
Una constante en la materia de Historia es la dificultad para explicar las causas que dieron origen a la Revolución mexicana hace un centenario. Esto por la condición actual de nuestro país; ya que resulta contradictorio al ver el poco apoyo que tiene nuestro campo y las condiciones en que viven los campesinos, quienes no tienen ni para comer.
domingo, 12 de junio de 2011
Infomerciales
“El hombre que no conoce su historia tiende a repetir los errores” (Anónimo). Teniendo esto como referente te invitamos para que conozcas el Archivo Municipal de Orizaba. Su colección consta de documentos oficiales de la época virreinal, libros, periódicos y piezas arqueológicas de la zona. Todo enmarcado en una bella colonial restaurada. No pierdas la oportunidad de empaparte con la historia de la Manchester mexicana.
Un antiguo sanatorio del siglo XVIII es la casa de diversas piezas artísticas en la zona centro del estado. El museo de arte del tiene un acervo formado por litografías, esculturas y una destacada colección de pinturas realizadas bajo la inspiración del gran Diego Rivera. Además, constantemente se realizan pláticas sobre cultura mexicana, conciertos de orquesta y monólogos con talento local. Visitarlo resulta obligado si estas en Orizaba.
Construido bajo el mandato de emular un castillo europeo, el Asilo Mier y Pesado es un sitio poco usual en la República mexicana. A pesar de funcionar exclusivamente para el resguardo de gente en la tercera edad; se puede entrar para contemplar la bella jardinería y tomar fotos a un inmueble que hace viajar en el tiempo a la Europa clásica.
Manteniendo su aroma de provincia, la Alameda mantiene el encanto clásico de un parque funcional para las familias. Su verde variedad de árboles lo convierte en el pulmón de la ciudad. Tiene funcionales espacios para realizar acondicionamiento físico y puedes probar comida típica como esquites o raspados en cualquiera de sus corredores.
Resguardando el poder ejecutivo de la ciudad; el Palacio Municipal de Orizaba presume una arquitectura sobria pero elegante. Sus amplios corredores reflejan el estilo europeo que imperaba hace décadas en México. Además, en sus escaleras principales, goza de un mural ideado por el célebre José Clemente Orozco. Existen fotos de pinturas clásicas; pero no se comparan con el apreciarlas en persona.
Si quieres ir a Bélgica, no debes gastar en pasaporte. El bello e inusual Palacio de Hierro ubicado en el centro histórico de Orizaba hace que, por unos instantes, estés bajo la sombra de la bella Bruselas. Recientemente remodelado, da espacio a un café y cuatro museos (del fútbol, banderas, interactivo y de la cerveza) gratuitos. Toma un rico café e incrementa tu acervo cultural a la vez.
A un lado del Palacio de Hierro se ubica la Casa Consistorial. Recinto de exposiciones artísticas variadas. Inclusive da lugar para la venta de manualidades y dulce típicos. Lleva un poco de Orizaba contigo; y acude a sorprendente a este recinto.
Conceptos
Identidad: Respuesta a las preguntas de quién soy, qué soy, de dónde vengo, hacia donde voy. Pero el concepto de identidad apunta también a qué quiero ser. La identidad depende del autoconocimiento: ¿quién soy, qué soy, de dónde vengo? ; de la autoestima: ¿me quiero mucho, poquito o nada?; y de la auto eficacia: ¿Se gestionar hacia dónde voy, quiero ser y evaluar cómo van los resultados?
Pluralidad: Refiere una multitud o número grande de algunas cosas conviviendo en un mismo ambiente o ámbito.
Alteridad: Este término se aplica al descubrimiento que el yo hace del otro lo que hace surgir una amplia gama de imágenes del otro, del “nosotros, así como visiones del yo.
Tales imágenes, más allá de múltiples diferencias, coinciden todas en ser representaciones más o menos inventadas de gentes antes insospechadas radicalmente diferentes, que viven en mundos distintos dentro del mismo planeta.
Hermenéutica: Es el conocimiento y arte de la interpretación, sobre todo de textos, para determinar el significado exacto de las palabras mediante las cuales se ha expresado un pensamiento.
Contexto: Es un conjunto de circunstancias en que se produce el mensaje o información (lugar y tiempo, cultura del emisor y receptor) y que permiten su correcta comprensión.
También corresponde a donde va escrita la palabra, es decir, la oración donde ella se encuentra. También puede ser una forma de recopilación escrita o un entorno habitual es forma de decir un contexto cerrado.
Devenir histórico: Que este territorio ya estaba habitado en tiempos prehistóricos lo demuestran los restos megalíticos conservados. Al sur de la comarca, en las sierras prepirenaicas exteriores, se conserva un dolmen en Iberque, conocido por los de la zona como “caseta de las brujas”; otro dolmen, algo más pequeño y trastocado, puede contemplarse en Santa Elena, justo a la entrada del valle de Lasieso. Indicios de otros asentamientos dispersos parece que los hubo en Latas y Barbenuta, lugares en los que se adivinan algunos túmulos.
Proceso: Un proceso es un conjunto de actividades o eventos (coordenados u organizados) que se realizan o suceden (alternativa o simultáneamente) bajo ciertas circunstancias con un fin determinado. Este término tiene significados diferentes según la rama de la ciencia o la técnica en que se utilice.
Tiempo histórico: Puede referirse a distintos conceptos, en el ámbito historiográfico y en psicología. Implica que en ciertos hechos económicos dos instantes del tiempo son esencialmente diferentes y no podemos establecer para algunos hechos económicos leyes atemporales de comportamiento de los agentes.
Además los partidarios de la concepción del tiempo histórico insisten en que los fenómenos deben ser analizados con mayor realismo considerándolos como procesos que se extienden en el tiempo. De acuerdo con eso señalan que en muchos casos es tremendamente costoso y difícil revertir una acción ya ejecutada. Por ejemplo en las inversiones en equipamientos, que se convierten en costes fijos.
Biografía: Ignacio de la Llave
El pueblo de Orizaba resentía los efectos de la revolución por lograr la Independencia. Sus campos y su industria eran la viva expresión de la falta de recursos, productos, bienes y brazos. El movimiento insurgente se perfilaba hacia su etapa de negociación final. Fue el 26 de agosto de 1818 cuando, en la ciudad de Orizaba, nació Ignacio de la Llave, hijo del coronel don Manuel de la Llave y de doña Luz de Segura Zevallos, cuya ascendencia provenía de la provincia de Santander, España. Ignacio tenía escasos tres años cuando la región de Orizaba se convirtió en el escenario de la negociación de nuestra independencia con la firma de los Tratados de Córdoba, en agosto de 1821.
Ignacio de la Llave estudió en el Colegio Nacional de Orizaba, internado que recién había inaugurado su padre, en 1825, en calidad de alcalde primero. Fue alumno externo, es decir, no vivió en internado, e hizo aquí todos sus estudios hasta graduarse en jurisprudencia. Joven bromista, inquieto e inteligente, el historiador don Leonardo Pasquel lo describe así: Delgado y alto, desgarbado y pienilargo, distraído y ágil, Nacho, como lo llamaban, era muy dado a excursionar por los alrededores. Como buen jinete, se internaba en veredas y barriales hasta las haciendas de Jalapilla, Cuautotolapan, o El Sumidero; de vacaciones se iba a la hacienda de San José del Corral, que era de su familia.
El desarrollo de la vida de Ignacio de la Llave corre paralelo a todas las vicisitudes de los primeros años del México independiente, por ello, desde muy joven hubo aconteceres que le llamaron su atención e hicieron que germinara en él su pensamiento liberal y su humanismo. Conviviendo con los políticos e intelectuales de la época, tanto familiares como amigos, conoció de los intentos de la primera reforma de don Valentín Gómez Farías, de la Guerra de Texas (1833), de la Guerra de los Pasteles en 1838, cuando de la Llave tenía apenas veinte años de edad.
En esta época de nuestra historia, la nación se debate entre asonadas militares, pugnas entre liberales y conservadores y la presencia de Antonio López de Santa Anna, personaje con quien Ignacio de la Llave establece una confrontación permanente.
En esta situación, como primer compromiso al obtener su mayoría de edad, se afilió al Partido Liberal, aún bajo la oposición de familiares y ante los riesgos que tal determinación significaba para él y sus seres queridos, actitud que ponía de manifiesto al hombre de temple que escogía el sendero escabroso de un revolucionario. Recién titulado de abogado, a los 23 años, fue nombrado juez de la Villa de Orizaba, puesto que lo involucro con el aparato gubernamental y que le hizo sentir diferencias con la política de Santa Anna. Entre 1842 y I843 vivió en la ciudad amurallada de Veracruz, donde acrecentó sus ideas liberales a tal grado que en el año de 1844, cuando el general Mariano Paredes Arrillaga inició un levantamiento en contra de Santa Anna, Ignacio de la Llave se incorporó al movimiento en calidad de subteniente *defensor de las leyes*, de la Guardia Nacional Orizabeña. Separado del poder, Santa Anna no olvidará lo que para él era un agravio del veracruzano. La popularidad y el prestigio que De la Llave alcanzara entre los veracruzanos le valió que lo eligieran diputado al Congreso del Estado y es en esta época cuando se distingue como defensor de la patria ante la invasión norteamericana en 1847. Participa valientemente en la defensa del puerto de Veracruz y se mantiene como activo guerrillero luchando contra el invasor en la zona central veracruzana, hasta que se firma el armisticio. El 2 de febrero de 1848 se firman el Tratado de Paz, Amistad y límites, Tratado de Guadalupe Hidalgo.
Terminada la injusta guerra con los Estados Unidos, Ignacio de la Llave concluye su gestión como diputado local firmando la Constitución Política del Estado. Entre los años de 1852 y 1853, fue electo nuevamente diputado local por su distrito y ya ostenta, por méritos en campaña, el grado de coronel.
En esta época, al regresar al país el general Santa Anna para desarrollar su último episodio político como dictador de México, Ignacio de la Llave es perseguido y aprehendido en Coatepec y deportado a Yucatán. A su paso por Xalapa, sus amigos los liberales le facilitan la fuga y se incorpora de inmediato a la revolución de Ayutia, comandada por don Juan Álvarez, quien lo nombra jefe de la Revolución en el Estado de Veracruz. Al triunfo del movimiento contra Santa Anna, Ignacio de la Llave es nombrado General y en agosto de 1855 se hace cargo del mando político como gobernador; en su breve mandato tomó determinaciones como las siguientes: nombró alcalde del puerto de Veracruz a don Manuel Gutiérrez Zamora, redujo los impuestos a las clases desposeídas y dispuso la apertura de todas las escuelas primarias que habían sido cerradas por órdenes de Santa Anna, ordenó crear planteles nocturnos, dispuso que la enseñanza fuera gratuita y obligatoria, organizando en cada cantón juntas Directivas, derogó alcabalas y legisló para la administración de justicia, derogó la ley santanista que coartaba la libertad de imprenta.
Cuando en 1857, Ignacio Comonfort es elegido presidente de México, nombra a Ignacio de la Llave como Secretario de Gobernación, pero pronto renuncia al importante puesto. Ocurre que la Constitución de 1857, formulada por los liberales triunfantes, afecta los intereses del clero político, de los militares y de los poderosos. Los conservadores deciden desconocer a la Constitución y cuentan para ello con la complicidad del propio presidente de la República. Ignacio de la Llave es un liberal sin tacha y es por esta razón que renuncia a colaborar con Ignacio Comonfort para después unirse a Juárez, en defensa de la Constitucíón, en la llamada Guerra de Reforma.
Durante los tres años (1858-1860)que duró la guerra civil, Ignacio de la Llave se distingue militarmente como jefe de la División de Oriente. Derrota, por ejemplo, a mil quinientos soldados conservadores en jamapa, con tan sólo cuatrocientos soldados a su mando; y por su arrojo es herido en la cara durante la batalla naval de Antón Lizardo. En esta época, el puerto de Veracruz es asiento de los poderes federales, de modo que Ignacio de la Llave tiene contacto y es reconocido en sus méritos por Juárez y la plana mayor de los liberales.
Al concluir la Guerra de Reforma, De la Llave acompaña a Juárez, a principios de 1861, a la ciudad de México en calidad de Ministro de Guerra y Marina, nombrado por el propio presidente Juárez, ministerio que abandona para hacerse nuevamente cargo del gobierno de Veracruz.
Como gobernador de Veracruz, muy poco dura su mandato, pues nuevamente la desgracia se hace presente en la nación mexicana. Al iniciarse la invasión francesa, toma el mando como jefe de la Primera División bajo las órdenes del general Zaragoza; De la Llave está presente en Puebla el 5 de mayo cuando el ejército derrota a los franceses; dos meses después, en julio de 1862, es herido en las inmediaciones del Cerro del Borrego.
Reincorporado al ejército de la República, resiste al ataque francés como jefe de la División de Infantería. Después de sesenta y tres días de sitio, el ejército mexicano capitula; pese a la oposición de Ignacio de la Llave, la plaza de Puebla es entregada a los franceses. En cuerda de prisioneros, camino al destierro, fueron acuartelados en Orizaba, donde el general De la Llave promueve su huida junto con los generales Pattoni y González Ortega. En la población de Tulancingo, se enteran que el presidente Juárez abandonó la ciudad de México y se dirige al norte del país. Después de un penoso peregrinar, llegan a Guanajuato el 12 de junio de 1863. Su urgencia es alcanzar al presidente de la República que se encontraba en San Luis Potosí, por lo tanto salen al día siguiente con una escolta que les proporciona don Manuel Doblado, gobernador de Guanajuato. A poco andar la escolta se subleva para robarles e Ignacio de la Llave es gravemente herido por la espalda. En improvisada camilla, es trasladado a la Hacienda de Barrio donde finalmente deja de existir en las primeras horas del 23 de junio de1863. El cadáver de Ignacio de la Llave es llevado a la ciudad de San Luis Potosí, donde es sepultado con las honras fúnebres que merecía su cargo. En Veracruz, la noticia conmociona al pueblo y gobierno y, para honrar su memoria, el gobernador del Estado, C.Francisco Hernández y Hernández, promueve la expedición de un decreto(10 de julio de 1863) que lo declara Benemérito del Estado y que prescribe que *El Estado de Veracruz se llamará en lo sucesivo Veracruz-Llave*.
Salvada la República y con el país en paz, los restos del licenciado y general Ignacio de la Llave fueron exhumados y trasladados de San Luis Potosí al panteón de Orizaba, Veracruz, en 1869. En su tumba, una columna custodia los restos del Benemérito del Estado, por haber muerto defendiendo la autonomía nacional.
Ignacio de la Llave estudió en el Colegio Nacional de Orizaba, internado que recién había inaugurado su padre, en 1825, en calidad de alcalde primero. Fue alumno externo, es decir, no vivió en internado, e hizo aquí todos sus estudios hasta graduarse en jurisprudencia. Joven bromista, inquieto e inteligente, el historiador don Leonardo Pasquel lo describe así: Delgado y alto, desgarbado y pienilargo, distraído y ágil, Nacho, como lo llamaban, era muy dado a excursionar por los alrededores. Como buen jinete, se internaba en veredas y barriales hasta las haciendas de Jalapilla, Cuautotolapan, o El Sumidero; de vacaciones se iba a la hacienda de San José del Corral, que era de su familia.
El desarrollo de la vida de Ignacio de la Llave corre paralelo a todas las vicisitudes de los primeros años del México independiente, por ello, desde muy joven hubo aconteceres que le llamaron su atención e hicieron que germinara en él su pensamiento liberal y su humanismo. Conviviendo con los políticos e intelectuales de la época, tanto familiares como amigos, conoció de los intentos de la primera reforma de don Valentín Gómez Farías, de la Guerra de Texas (1833), de la Guerra de los Pasteles en 1838, cuando de la Llave tenía apenas veinte años de edad.
En esta época de nuestra historia, la nación se debate entre asonadas militares, pugnas entre liberales y conservadores y la presencia de Antonio López de Santa Anna, personaje con quien Ignacio de la Llave establece una confrontación permanente.
En esta situación, como primer compromiso al obtener su mayoría de edad, se afilió al Partido Liberal, aún bajo la oposición de familiares y ante los riesgos que tal determinación significaba para él y sus seres queridos, actitud que ponía de manifiesto al hombre de temple que escogía el sendero escabroso de un revolucionario. Recién titulado de abogado, a los 23 años, fue nombrado juez de la Villa de Orizaba, puesto que lo involucro con el aparato gubernamental y que le hizo sentir diferencias con la política de Santa Anna. Entre 1842 y I843 vivió en la ciudad amurallada de Veracruz, donde acrecentó sus ideas liberales a tal grado que en el año de 1844, cuando el general Mariano Paredes Arrillaga inició un levantamiento en contra de Santa Anna, Ignacio de la Llave se incorporó al movimiento en calidad de subteniente *defensor de las leyes*, de la Guardia Nacional Orizabeña. Separado del poder, Santa Anna no olvidará lo que para él era un agravio del veracruzano. La popularidad y el prestigio que De la Llave alcanzara entre los veracruzanos le valió que lo eligieran diputado al Congreso del Estado y es en esta época cuando se distingue como defensor de la patria ante la invasión norteamericana en 1847. Participa valientemente en la defensa del puerto de Veracruz y se mantiene como activo guerrillero luchando contra el invasor en la zona central veracruzana, hasta que se firma el armisticio. El 2 de febrero de 1848 se firman el Tratado de Paz, Amistad y límites, Tratado de Guadalupe Hidalgo.
Terminada la injusta guerra con los Estados Unidos, Ignacio de la Llave concluye su gestión como diputado local firmando la Constitución Política del Estado. Entre los años de 1852 y 1853, fue electo nuevamente diputado local por su distrito y ya ostenta, por méritos en campaña, el grado de coronel.
En esta época, al regresar al país el general Santa Anna para desarrollar su último episodio político como dictador de México, Ignacio de la Llave es perseguido y aprehendido en Coatepec y deportado a Yucatán. A su paso por Xalapa, sus amigos los liberales le facilitan la fuga y se incorpora de inmediato a la revolución de Ayutia, comandada por don Juan Álvarez, quien lo nombra jefe de la Revolución en el Estado de Veracruz. Al triunfo del movimiento contra Santa Anna, Ignacio de la Llave es nombrado General y en agosto de 1855 se hace cargo del mando político como gobernador; en su breve mandato tomó determinaciones como las siguientes: nombró alcalde del puerto de Veracruz a don Manuel Gutiérrez Zamora, redujo los impuestos a las clases desposeídas y dispuso la apertura de todas las escuelas primarias que habían sido cerradas por órdenes de Santa Anna, ordenó crear planteles nocturnos, dispuso que la enseñanza fuera gratuita y obligatoria, organizando en cada cantón juntas Directivas, derogó alcabalas y legisló para la administración de justicia, derogó la ley santanista que coartaba la libertad de imprenta.
Cuando en 1857, Ignacio Comonfort es elegido presidente de México, nombra a Ignacio de la Llave como Secretario de Gobernación, pero pronto renuncia al importante puesto. Ocurre que la Constitución de 1857, formulada por los liberales triunfantes, afecta los intereses del clero político, de los militares y de los poderosos. Los conservadores deciden desconocer a la Constitución y cuentan para ello con la complicidad del propio presidente de la República. Ignacio de la Llave es un liberal sin tacha y es por esta razón que renuncia a colaborar con Ignacio Comonfort para después unirse a Juárez, en defensa de la Constitucíón, en la llamada Guerra de Reforma.
Durante los tres años (1858-1860)que duró la guerra civil, Ignacio de la Llave se distingue militarmente como jefe de la División de Oriente. Derrota, por ejemplo, a mil quinientos soldados conservadores en jamapa, con tan sólo cuatrocientos soldados a su mando; y por su arrojo es herido en la cara durante la batalla naval de Antón Lizardo. En esta época, el puerto de Veracruz es asiento de los poderes federales, de modo que Ignacio de la Llave tiene contacto y es reconocido en sus méritos por Juárez y la plana mayor de los liberales.
Al concluir la Guerra de Reforma, De la Llave acompaña a Juárez, a principios de 1861, a la ciudad de México en calidad de Ministro de Guerra y Marina, nombrado por el propio presidente Juárez, ministerio que abandona para hacerse nuevamente cargo del gobierno de Veracruz.
Como gobernador de Veracruz, muy poco dura su mandato, pues nuevamente la desgracia se hace presente en la nación mexicana. Al iniciarse la invasión francesa, toma el mando como jefe de la Primera División bajo las órdenes del general Zaragoza; De la Llave está presente en Puebla el 5 de mayo cuando el ejército derrota a los franceses; dos meses después, en julio de 1862, es herido en las inmediaciones del Cerro del Borrego.
Reincorporado al ejército de la República, resiste al ataque francés como jefe de la División de Infantería. Después de sesenta y tres días de sitio, el ejército mexicano capitula; pese a la oposición de Ignacio de la Llave, la plaza de Puebla es entregada a los franceses. En cuerda de prisioneros, camino al destierro, fueron acuartelados en Orizaba, donde el general De la Llave promueve su huida junto con los generales Pattoni y González Ortega. En la población de Tulancingo, se enteran que el presidente Juárez abandonó la ciudad de México y se dirige al norte del país. Después de un penoso peregrinar, llegan a Guanajuato el 12 de junio de 1863. Su urgencia es alcanzar al presidente de la República que se encontraba en San Luis Potosí, por lo tanto salen al día siguiente con una escolta que les proporciona don Manuel Doblado, gobernador de Guanajuato. A poco andar la escolta se subleva para robarles e Ignacio de la Llave es gravemente herido por la espalda. En improvisada camilla, es trasladado a la Hacienda de Barrio donde finalmente deja de existir en las primeras horas del 23 de junio de1863. El cadáver de Ignacio de la Llave es llevado a la ciudad de San Luis Potosí, donde es sepultado con las honras fúnebres que merecía su cargo. En Veracruz, la noticia conmociona al pueblo y gobierno y, para honrar su memoria, el gobernador del Estado, C.Francisco Hernández y Hernández, promueve la expedición de un decreto(10 de julio de 1863) que lo declara Benemérito del Estado y que prescribe que *El Estado de Veracruz se llamará en lo sucesivo Veracruz-Llave*.
Salvada la República y con el país en paz, los restos del licenciado y general Ignacio de la Llave fueron exhumados y trasladados de San Luis Potosí al panteón de Orizaba, Veracruz, en 1869. En su tumba, una columna custodia los restos del Benemérito del Estado, por haber muerto defendiendo la autonomía nacional.
viernes, 20 de mayo de 2011
ACTIVIDAD 1
TAREA NÚMERO 1 DEL CURSO ESTATAL DE ACTUALIZACIÓN DE METODOLOGÍAS PARA EL APRENDIZAJE DE HISTORIA
1.- ¿Para qué aprender historia?
Es importante conocer la historia para entender el porqué de los sucesos que ocurren en la actualidad; para tener así una visión más detallada y una actitud crítica de lo que nos ha tocado vivir.
2.- ¿Qué estrategias utilizas para enseñar historia?
El uso de la línea del tiempo, visitar lugares históricos con mis alumnos, hacer entrevistas a los personajes relevantes de nuestra historia (encarnados por los alumnos), etc.
3.- ¿En qué se parece tu manera de enseñar historia a la que usaron tus maestros en tu formación básica?
En hacer los relatos de hechos históricos atractivos y motivantes para que los alumnos investiguen de manera particular más acerca de estos.
4.- ¿Qué resultados has obtenido con la utilización de esas estrategias?
Que sean aprendizajes significativos, aumentar su acervo cultural y desarrollar su imaginación al recrear en su mente las cosas que pasaron en los lugares que se visitan. Pueden ser pirámides, museos, haciendas, fábricas, etc.
5.- Materiales didácticos con que cuenta la escuela para la enseñanza aprendizaje de la historia.
§ Libros del rincón de lectura
§ Enciclomedia
§ Dioramas
§ Sellos de personajes históricos
§ Enciclopedias de la historia de México
§ Línea del tiempo
§ Internet
6.- ¿Qué te hace falta para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje de la historia en tu practica bajo el enfoque de la RIEB?
Conocer que es la RIEB, ya que no he tenido la oportunidad de tomar el diplomado, pues tiene dos años que soy apoyo técnico escolar y no tengo grupo a mi cargo.
7.- ¿Cuál es la importancia del conocimiento histórico en su aplicación en la vida cotidiana?
Que gracias a estos hechos históricos en la actualidad gozamos de algunos privilegios que no tuvieron nuestros antepasados tales como el que la mujer actual pueda estudiar, trabajar, votar y tenga equidad de género.
8.- ¿En qué consistirá al abordaje significativo de la historia en el aula?
En hacer la historia lo más vivencial posible para que los alumnos se apropien de este saber, por medio de visitas guiadas a lugares históricos de su comunidad, escenificaciones de hechos históricos analizando y reflexionando de una manera critica acerca de estos.
Sarahí Cruz Espinoza
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